En realidad, una constelación literaria no es otra cosa que un itinerario de lectura diseñado desde el punto de vista del observador, del lector. Como en el caso de las constelaciones trazadas caprichosamente por el ser humano entre las estrellas, decisivas para que seamos capaces de "leer el firmamento", así también una "constelación literaria" establece vínculos caprichosos entre unas obras y otras que no están en la historia de la literatura sino en la mente de los lectores. De esta manera, una constelación literaria puede estar integrada por obras alejadas entre sí en el espacio o en el tiempo, pero que abordan sin embargo una misma cuestión concerniente a la condición humana, o que aprovechan un mismo procedimiento narrativo, o que están ambientadas en un mismo lugar o en una misma época. El único requisito necesario en el diseño de una constelación es que hagamos explícitos los criterios que nos llevan a vincular unas obras y otras. En otros lugares nos hemos detenido ya en la fundamentación teórica de esta propuesta que se inclina por dejar de lado el afán enciclopedista de los tradicionales índices de los manuales escolares y apostar por itinerarios de lectura mucho más modestos, pero que propicien simultáneamente otro tipo de aproximación a los textos, otro tipo de intervención docente y que confieran, sobre todo, otro tipo de protagonismo a los lectores a que van dirigidos. Nos limitaremos por tanto aquí a reseñar brevemente los presupuestos en que se anclan los materiales que a continuación ofrecemos.
El diseño de una constelación literaria supone por tanto dar los siguientes pasos:
El objetivo final de su desarrollo en las aulas es triple:
La constelación que desarrollamos aquí es continuación de un trabajo anterior, orientado al alumnado de 3º de ESO, que lleva el título de Constelaciones literarias. Sentirse raro: miradas sobre la adolescencia. En los materiales que ahora presentamos el hilo temático de la constelación es otro –“Frente a la adversidad”-, y el objetivo prioritario de la educación literaria de nuestro alumnado no es, como entonces, contribuir a una aproximación entre el horizonte de las obras y el horizonte de los lectores, sino el desvelamiento de algunas de las claves del arte de la ficción. |
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